La industria de los medicamentos
es una de las más grandes en el mundo, con miles de millones de dólares al año
en ingreso, salvo la industria armamentista ninguna otra puede llegar
a tener tantos ingresos anuales, obviamente el negocio de los medicamentos va
ligado a las diversas enfermedades existentes que afectan directa o
indirectamente al ser humano.
La medicina innegablemente a
avanzado mucho, las enfermedades que antiguamente eran mortales ya no lo son,
es más, muchas de ellas prácticamente han ido desapareciendo en varias regiones
del mundo, la poliomielitis, el sarampión, el cólera, la peste negra, han
pasado a la historia de la medicina como los grandes males que aquejaban a la
humanidad en siglos pasados
En los inicios de la historia de
la medicina los medicamentos eran utilizados con el fin de conseguir LA CURA definitiva a varios
males, muchos médicos e investigadores dieron la vida misma para conseguir tal
objetivo, lastimosamente con el trascurrir de los años y por no decir de los
siglos fueron apareciendo grandes empresas dedicadas exclusivamente a la
fabricación en serie de medicamentos y paralelamente a estas grandes cadenas de
distribución de dichas medicinas, así de este modo nacía la gran industria de
los fármacos con grandes capitales de por medio, el interés de dicha industria
ya no era la de “curar” sino más bien de “aliviar”, la diferencia es abismal
entre ambas definiciones, curar significa que el paciente nunca más sufriría de
los síntomas que lo aquejan, mientras que aliviar se refiere a palear brevemente
sus males pero solo con el uso continuo y constante de determinados
medicamentos, de esta manera ya no se curan enfermedades, más bien se forman “adictos
legales” a determinadas sustancias o medicamentos.
Actualmente vivimos en un mundo
altamente “medicalizado” es decir que en el mercado existen un sin fin de
fármacos destinados a “aliviar” todas las enfermedades existentes, y es ahí
donde estas empresas han sacado otra vertiente para aprovecharse de la ingenuidad
y el desconocimiento de sus clientes, me refiero a la definición de
“enfermedad”, para hacer mucho más amplia la oferta de fármacos era necesario
ampliar la gama de enfermedades, de esta manera también se abarco los
denominados trastornos mentales, desde la ansiedad, pasando por la depresión y
hasta llegando a la soledad, todo se medica, todo puede “aliviarse” con la
compra constante y continua de medicamentos que por “mera casualidad” pueden
llegar a tener algunos efectos secundarios en el organismo pero que estos
pueden llegar a “aliviarse” con la compra de otros medicamentos, nada que hacer
UN NEGOCIO TREMENDO es el de la
venta y distribución de medicamentos.
Para que toda esta industria
funcione como reloj es necesario que esta este avalada por algún tipo de
organización altamente creíble, esa función la cumple a cabalidad la OMS, ella misma se encarga de
comprar y luego revender un sin fin de medicamentos milagrosos los mismos que
en verdad no son más que engaños y patrañas como el famoso TAMIFLU para la
gripe AH1N1, enfermedad que al final no fue la gran pandemia pronosticada por la OMS capaz de matar a millones
de personas, al final dicha enfermedad podía ser curada con una simple sopa de
pollo, un paracetamol, reposo y mucho zumo de naranja.
En el afán de crear más
medico-dependientes en las ultimas décadas han ido apareciendo un sin fin de
enfermedades” emocionales o mentales que antes simplemente no eran tratadas
como tal, es común escuchar hablar a “expertos” sobre atención dispersa, depresión,
soledad, ansiedad, etc., todas ellas enfermedades modernas altamente
“tratables” con medicamentos altamente adictivos como el famoso PROZAC, o la
gran variedad de ansiolíticos y antidepresivos existentes.
En este siglo XXI la medicina se
ha vuelto un lucrativo negocio donde curar al enfermo ya no es el fin ultimo,
creo que más bien es mantenerlo enfermo para seguir vendiéndole esos
medicamentos “milagrosos” que lo único que hacen es aliviarlo momentáneamente y
de paso volverlo de algún modo adicto a estos asegurándose así buenos clientes
de por vida, en resumidas cuentas LO QUE NO TE SANA TE MATA.