ESPÍRITU SANTO TAN LEJOS Y TAN CERCA

Hablar sobre la tercera persona de la TRINIDAD DIVINA resulta ciertamente complicado, ya San Agustín en toda su teología y sabiduría se dio cuenta que el ESPÍRITU SANTO encierra en si un misterio tan grande que no puede ser comprendido por la limitada capacidad del ser humano para entender los misterios divinos.

Lastimosamente a este misterio maravilloso le han ido sumando un sin fin de epítetos, conceptos y percepciones los cuales han convertido al Espíritu Santo en un ser totalmente incomprensible y hasta inalcanzable dentro de la Iglesia, los “sabios” y teólogos en su afán de conceptualizarlo simplemente lo han alejado del ser humano o por el contrario lo han minimizado hasta convertirlo en una simple “palomita blanca” que anda revoloteando por ahí.

La poca utilización de la figura del Espíritu Santo fue ampliamente aprovechada por diversos grupos religiosos que sacando de contexto su figura y sus dones han podido cimentar ciertas creencias ligadas directamente a la tercera persona de la trinidad, los movimientos pentecostales dentro y fuera de la Iglesia Católica son una muestra de lo afirmado, estas creencias con el paso del tiempo han dado paso a la concepción de una teología y religiosidad basada en el Espíritu Santo, sus dones y dádivas, en muchos casos estas creencias hay ayudado a personas a acercarse a DIOS y eso por lo menos para mi es digno de alabarse y respetarse, pero también es cierto que no son pocas las personas que han utilizado esta FE para lucrar y enriquecerse a costa de sus feligreses.

Con todo esto no pretendo ni mucho menos hacer una “teorización” del ESPÍRITU SANTO ya que esto simplemente escapa de mis conocimientos, es más creo que son pocos los que podrían escribir acertadamente sobre EL, lo que voy a tratar de hacer es una simple compilación de anhelos y vivencias en las cuales he podido sentir por lo menos un poco su inigualable presencia.

Conceptualizar al ESPÍRITU SANTO resulta complicado de por si, la BIBLIA lo señala como el abogado, el paráclito, el intercesor por excelencia, todo esto se podría resumir en la palabra AMOR, entonces el ESPÍRITU SANTO vendría a ser ese AMOR DIVINO que interviene e intercede por nosotros, este AMOR nos ha sido dado para caminar junto al ser humano, por ende es DIOS mismo el que esta con nosotros a través de su AMOR, por ello reducirlo a una simple experiencia “mística” de “hablar en lenguas” o caer en “descansos en el espíritu” o “risas divinas” es minimizar a DIOS dándole un aspecto mágico o paranormal más cercano a un “show” mediático con presentadores, luces, orquesta y animadores de por medio.

EL ESPÍRITU para empezar no necesita de “representantes exclusivos” ni de “agentes de viaje” EL es libre y su presencia y bendiciones no necesitan condicionamientos ni “diezmos” que lo comprometan a actuar en determinada situación, tampoco pertenece a ninguna iglesia en particular ni a ningún grupo religioso especifico ya que su AMOR por la humanidad sobrepasa cualquier credo, por ende actúa y aboga siempre a favor del ser humano inclusive sin ser invitado o invocado.

En definitiva el ESPÍRITU SANTO es un misterio el cual NO puede ser entendido y comprendido en su totalidad por el ser humano pero a la vez es una presencia cercana, constante y divina que acompaña a la humanidad en su camino hacia la salvación, es una PRESENCIA real ya que proviene del AMOR DE DIOS por ende jamás dejara de acompañarnos, consolarnos y alentarnos en todo momento, como dije no es una simple palomita, tampoco son ataques de risas, desmayos o una sarta de palabras incomprensibles, no es solo un momento de gracia, es toda una vida de AMOR….. el que tenga oídos pues que se ponga a oír .




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