Las victimas del acoso escolar o
bullying reaccionan de manera diferente a este hecho, algunos simplemente no le
dan mucha importancia mientras que otros pueden llegar a deprimirse tanto que
ven con oscuridad y tristeza sus propias vidas, no existe, por lo menos en
Bolivia una adecuada política de intervención en casos de acoso escolar, si bien existen leyes que tipifican el bullying
como delito dicha norma es poco utilizada
debido a la “vergüenza” que sufre la victima a la hora de denunciar el
abuso.
Muchos “genios” de la educación han ido explorando los alcances del
Bullying, no solo desde el punto de vista del abusado sino también desde el
punto de vista del abusador y en sus marañas de conceptos y estudios psicológicos
han encasillando erróneamente a ambas partes, esto debido a que si bien los
“capos” mencionados tienen miles de títulos académicos encima jamás pisaron un
aula de educación primaria o secundaria: En el caso del abusado lastimosamente
lo han ido etiquetando como al débil, con baja autoestima, introvertido,
tímido y hasta “tontito”
y en el caso del abusador lo han convertido en victima del abuso familiar,
es decir padre abusador forma a un hijo abusador y por el otro lado madre
abusada cría hijo abusado, nada más falso que eso, si bien pueden existir
situaciones en que esta circunstancias se den no son las bases o cimientos del
acoso escolar o bullying.
En la formación de abusadores
intervienen varios factores tanto internos como externos, en lo que refiere a
lo interno no cabe duda que la familia ejerce una gran influencia en las
decisiones posteriores del joven o adolescente, pero en estos tiempos de la Internet , juegos para
consolas y redes sociales vemos que son estos lo que INFLUYEN NEGATIVAMENTE en la personalidad de adolescentes y
jóvenes, en este sentido tenemos familias estables que se preguntan porque su
hija o hijo es un abusador, y no saben el porque de esto, la respuesta es
simple, los medios de comunicación actuales están creando niños, adolescentes y jóvenes con una
mentalidad altamente violenta donde el débil es un estorbo y un obstáculo a
vencer, solo vasta darle una mirada a algunos juegos con contenidos altamente
violentos como “San Andrés” donde violar y matar es la finalidad del juego; en
el caso del abusado muchos lo ven como el raro, el extraño, el tímido,
inclusive son los mismos maestros o profesores los que los tildan de tontos, desconociendo
así sus capacidades y aumentando de alguna manera los adjetivos calificativos en contra de
estos.
La sociedad globalizada se esta
encargando de formar abusadores y abusados con el solo fin de mantener un
extraño juego de roles de poderosos y desposeídos.
En el tema especifico del
bullying urge generar políticas EDUCATIVAS
especificas para frenar este mal, no son pocos los o las estudiantes que por
una situación determinada de acoso estudiantil decidieron acabar con sus vidas
al no encontrar apoyo ni en la escuela ni en su hogar, el bullying no puede
encasillarse o tipificarse simplemente como un delito merecedor de castigo, se
tiene que tener una visión integral de este mal, solo así podrá ser tratado
adecuadamente.
Cada institución educativa sea
pública o privada debería contar con una estrategia diseñada única y exclusivamente
para la prevención y el trato del bullying, no como un departamento
inquisitivo, sino como un departamento de prevención, ayuda y principalmente SOLUCIÓN de los casos de bullying que
se puedan dar dentro y fuera de las aulas, hago hincapié en que cada
institución educativa debería contar con un departamento ESPECIFICO sobre la temática del acoso, para ello es necesario
tomar en cuenta que cada centro educativo tiene su propia personalidad y por
ende tiene que tener un tratamiento especifico.
El tratamiento del bullying al
ser especifico para cada caso también debe y tiene que tratar de buscar
soluciones especificas, esto porque cada persona tiene posiciones, dolores y
reacciones especificas y NO
generales.
Es necesario que nos demos cuenta
que el BULLYING no es más que otro síntoma de una sociedad enferma de odio y
egocentrismo, no es más que el reflejo de lo que somos y de a donde vamos.