¿POR LA FÉ O POR LAS OBRAS?


La salvación según la doctrina cristiana es aquella mediante la cual el alma se libera de la prisión del pecado para luego entrar en comunión eterna con su CREADOR, esto va bien como concepto teológico de estudio, pero debemos reconocer que al final la salvación misma es un misterio ya que esta depende única y exclusivamente de DIOS, por lo cual la soteriología (rama de la teología cristiana que estudia la doctrina de la salvación centrada en la persona de Jesús) no puede ni debe centrarse en la posición de FE o en la cantidad de OBRAS que el ser humano pueda llegar a tener, ya que en definitiva la SALVACIÓN es un MISTERIO.

Lastimosamente el hombre al enfocar el tema de la salvación en si mismo y no en su creador ha ido generando un sin fin de desavenencias y contradicciones, y de ahí nace la eterna disyuntiva, la salvación se da por la Fe o por las Obras?, dejando de lado al actor principal del asunto CRISTO. Lo que ha venido sucediendo por siglos y siglos es que el ser humano no a estudiado ni leído el Evangelio como un todo, sino por el contrario ha ido sacando pequeños versículos de acá y allá dejando fuera de contexto el verdadero sentido de la palabra precisa del Nuevo Testamento.

Para graficar un poco, la salvación para JESÚS tenia otros tintes totalmente diferentes a los manejados por Pablo y Santiago, ya que ESTE situaba sus enseñanzas y predicas en la pronta venida del Reino de Dios, y que la vivencia de este dependía única y exclusivamente de la GRACIA DIVINA, pero que había que prepararse para ese Reino mediante la confesión y arrepentimiento sincero de todos los pecados, cumplir con el mandamiento supremo que EL mismo nos dio (amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo) y abrir el corazón a todas las exigencias requeridas para una adecuada preparación del Reino, de igual manera es el mismo JESÚS que al hablar de si mismo declara en Jn. 14,6 “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre, sino por mi” leyendo con propiedad este pasaje caemos en cuenta en que toda la historia de la salvación es totalmente CRISTOCENTRICA, es decir que esta basada única y exclusivamente en CRISTO, es ahí donde recae todo el peso de la salvación, JESÚS en vida deja obras de maneras muy concretas, alineado a los más pobres y discriminados por su sociedad, alejado del poder corrupto del templo Judío y siendo critico con los abusos de la ley y del orden establecido, por ende si creemos que JESÚS es el camino la verdad y la vida debemos seguir el mismo camino anunciando el Reino de Dios y denunciando cualquier abuso hacia los mas pequeños y desposeídos, parar CRISTO ese era la vía de salvación que debía seguir la humanidad.

La cosa cambia con la visión paulina de la salvación en Romanos 3:28, 5:1 y Gálatas 3:24 respectivamente Pablo señala claramente que la única vía para acceder a la salvación se da por la FE en CRISTO y por sobre todo en el sacrificio de este en la cruz al igual que en su posterior resurrección de entre los muertos, esta profesión de Fe es el cimiente para la consecución definitiva de la salvación final, como vemos existen marcadas diferencias con la visión salvifica que tenia JESÚS, si bien esta sigue siendo cristocentrica su fundamento ya no se basa en el “camino” que siguió El Hijo del Hombre en su paso por la tierra, que como mencionamos con anterioridad se basaba en el anunciar el Reino de Dios para los más pobres y relegados de la sociedad judía de la época y denunciar los abusos de la ley y de una clase política – religiosa corrupta caracterizada por el abuso de poder, para Pablo la sola Fe en el sacrificio expiatorio de CRISTO en la cruz era suficiente para conseguir tan ansiada vida eterna.

Para santiago, el hombre se justifica ante los ojos de Dios por las obras y no por la Fe solamente (Stgo. 2,24), esta tercera visión de la salvación si bien difiere de la de Pablo no la contradice del todo, es más la amplia y la acerca de mejor manera al camino salvifico predicado por JESÚS DE NAZARET, la fe y las obras necesariamente tienen que ir de la mano, una sin la otra no funcionan y truncan definitivamente el mensaje del Evangelio.

En definitiva la salvación en si misma es un misterio de DIOS, el ser humano no interviene en ella, tampoco puede hacer ningún tipo de meritos para merecerla ya que no es un concurso de fe y de obras, la salvación es GRACIA DE DIOS, el ser humano a lo máximo que puede llegar a aspirar es a vivir en coherencia con la FE y las OBRAS de aquel al que llamamos nuestro salvador, es decir JESÚS, ya que todo lo demás vendrá simplemente por añadidura.



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