CÁRCELES REPLETAS

Las cárceles en Bolivia prácticamente se encuentran colapsadas, el hacinamiento en ellas es tan inhumana que fácilmente podemos encontrar espacios inicialmente habilitados para un par de personas con 20 o más reos, sin baños, camas, inclusive pernoctando casi parados, las cárceles emblemáticas del país, prácticamente son ciudadelas donde la rehabilitación de los internos para ser reinsertados a la sociedad es inexistente, el Panóptico de San Pedro, la cárcel de Palmasola y la cárcel de alta seguridad de Chonchocoro se encuentran casi tapiadas de gente y no hablo solo de los reclusos, lastimosamente en estos ambientes encontramos niñas y niños que al no tener familiares que se hagan cargo de ellos mientras sus progenitores cumplen algún tipo de condena se ven obligados a vivir inclusive me atrevería a decir a sobrevivir a la par de los reos muchos de ellos de alta peligrosidad aprendiendo de estos para luego convertirse en delincuentes, lastimosamente esto se ha convertido en un circulo vicioso que a simple vista no tienen final alguno.

Esta difícil situación de las cárceles y carceletas en nuestro país no puede atribuírsele a una sola gestión de gobierno, este mal ya lleva muchos años sin solución, para empezar ninguna infraestructura carcelaria tiene las necesidades e infraestructura necesaria para llevar una adecuado control y distribución de los internos, ya que aunque suene casi bizarro, en muchos centros penitenciarios los propios internos subcontratan empresas de seguridad para que resguarden los pocos bienes que poseen y para salvaguardar una adecuada convivencia dentro de los penales, otro gran problema dentro de nuestras cárceles es la gradación de los internos, en este sentido tenemos presos de primera, de segunda y los internos comunes, esta gradación no se la realiza según el tipo de delito que pudieron cometer sino por la cantidad de dinero que puedan tener para “arrendar” una celda “adecuada” dentro de los recintos penitenciarios, cuando digo adecuada me refiero a que tengan baño privado, cocina, Internet y hasta parrilleros, estas celdas tipo “A” tienen un precio inclusive más elevado que en un barrio común de las principales ciudades de Bolivia mientras que los reos comunes tienen que hacer milagros para poder dormir con un poco de dignidad, tampoco podemos olvidar los famosos “tours turísticos” que se dan dentro de los penales, los gringuitos amigos de las “sensaciones limite” pagan una muy buena cantidad de dinero por darse un paseíto por los patios de las cárceles bolivianas, inclusive hasta existe un paquete especial para pernoctar una nochecita en alguna celda del país, ni que se diga del trafico de drogas, es bien sabido que muchos de estos negocios se idealizan dentro de las celdas.

Dentro de lo que refiere a la adecuada administración de justicia en Bolivia nos encontramos en un callejón sin salida, primero tenemos un sistema policial sobre el cual existen más sombras que luces, el Ministerio Publico tampoco se salva de este problemita, jueces y fiscales andan más comprometidos con sus intereses que con la adecuada administración de justicia, tampoco han existido reformas penales adecuadas, la famosa ley Blattman (“Ley de supresión del apremio corporal Por Obligaciones Patrimoniales”) lo único que logro es dejar sin un adecuado sustento legal a aquellas personas que sufrieron de una u otra manera algún tipo de daño económico, mucha parafernalia para dicha ley que tenia más tintes políticos que otra cosa.

Como vemos hasta ahora nadie se a animado a darle una solución adecuada al problema carcelario en Bolivia, se prefiere dar parchecitos por qui y por allá pero en definitiva no existe la voluntad política para mejorar este problema, mientras tanto los internos se alimentan con el equivalente a menos de un dólar por día, muchos de ellos sin sentencia ejecutoriada, eso si, los violadores, narcotraficantes y grandes delincuentes por alguna extraña razón gozan de medidas sustitutivas como el extramuro o la detención domiciliaria, me imagino que los jueces deben ver algo “bueno” en estos sujetos para darles semejantes beneficios.

Simplemente como conclusión si bien cometer un delito debe tener sus consecuencias punitivas, no por ello se debe deshumanizar la pena en cárceles y panópticos inadecuados, con hacinamiento de por medio y sin la más minima preocupación por la rehabilitación del detenido.


Algo se tiene que hacer…..



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