LA TEOLOGÍA AUN SIGUE SIENDO NECESARIA


Se entiende como Teología a la ciencia que estudia a DIOS y los hechos relacionados con lo trascendente y la divinidad, esta ciencia con fundamento religioso fue el baluarte y el pilar de la educación superior hasta fines del siglo 18 y principios del siglo 19. Como toda ciencia ha ido evolucionando tanto en doctrina como en pensamiento.



La evolución del pensamiento humano y la vivencia funesta de las dos grandes guerras del siglo pasado llevaron a la humanidad en general a dudar de la existencia de DIOS y tildar a la teología como una ciencia irreal e innecesaria, empecemos por los denominados maestros de la sospecha (Marx, Freud, Darwin y Nietzsche) que con sus escritos criticaron el racionalismo y pensamiento de la época, cada uno de ellos con sus respectivos trabajos y publicaciones pusieron en tela de juicio la doctrina entera del cristianismo tanto católico como protestante.



Las dos grandes guerras del siglo 20 dejaron un panorama de desolación y destrucción en gran parte de la sociedad occidental, lo cual llevo a pensadores y literatos a dudar de la presencia y existencia de DIOS, y es que como se podría llegar a pensar en un evangelio de salvación y de la presencia del Espíritu Santo después de los horrores de Auschwitz-Birkenau, Hiroshima y Nagasaki, como referente de la desesperanza reinante después de la segunda guerra mundial tenemos el pensamiento del filosofo francés Jean Paúl Sartre el cual señalaba “que no había esperanza alguna para el ser humano y cuyo único fin es la muerte, por ende no importa nada de lo que haga en vida ya que el destino final de este no va más allá de su propia expiración”. La post guerra tampoco trajo nada bueno consigo, la marcada polarización del escenario global, por un lado EEUU y por otro la ex UNION SOVIETICA que literalmente jugaban al Risk para ver quien controlaba más territorios para beneficio propio, obviamente esta situación ahondo mucho más la crisis de FE que se generalizo en el siglo pasado, por un lado teníamos un comunismo totalitario ateo y por el otro un liberalismo individualista basado en una FE milenarista, amante del Apocalipsis y del fin del mundo.



Las huellas que dejo el tormentoso siglo pasado en la FE y las creencias religiosas dentro de la sociedad siguen vigentes, el laicismo creciente es un ejemplo de ello, el bombardeo de sectas y grupos milenaristas también son fruto de la llamada guerra fría.



Punto aparte merecen los escabrosos escándalos de abuso sexuales a menores por parte de clérigos y religiosos, la reacción lógica fue de indignación y después de rechazo hacia la iglesia misma.



Con este triste panorama la teología pereciera que hubiese desaparecido o por lo menos tomada a menos, ni que decir de la religión como base moral y ética, ya que es considerada incompleta e insuficiente por un humanismo ateo e individualista que lastimosamente se va imponiendo en la sociedad actual, por ende si la FE supuestamente ya no es necesaria para alcanzar la plenitud del ser humano, mucho menos le teología como ciencia.



La globalización como fenómeno social pareciera que hubiese terminado de sepultar a la teología entre las ciencias muertas, pero no es así, si bien se viven tiempos difíciles para la FE, el interés por DIOS y su creación lejos de decrecer tomo un nuevo impulso, aunque con algunas variantes que poco a poco están enriqueciendo la ciencia teológica, la gente busca nuevamente respuestas a los misterios de la vida, busca explicaciones a los sucesos coyunturales que delinean la información diaria, se preguntan sobre su propia existencia y el alcance del universo, y en estos aspectos la teología sigue siendo fuente de consulta, por ende el teólogo, no es un estudioso únicamente de las cosas de DIOS, sino también de la inmensidad de la creación y de los hechos en que se mueve esta, por ende la política, economía, sociología, ecología, etc., son también estudiadas y tratadas por el ser teológico con el plus y la diferencia que lo hace a la luz del Evangelio.



El estudioso de la teología también ha ido sufriendo cambios significativos, antes esta ciencia estaba destinada a religiosos y clérigos únicamente, ya desde finales del siglo pasado dicha rama cobro un impulso mayor en personas laicas, es decir ajenas al orden sacerdotal y religioso, este aspecto definitivamente puede ser visto como una señal para el cristianismo en general, es decir que el análisis de la realidad a la luz de Dios es también una opción, inclusive me animaría a decir una obligación para todos aquellos que dicen llamarse cristianos.



La teología aun sigue siendo un ciencia necesaria, ya que sin una visión clara del Evangelio no solo con respecto a DIOS y a lo trascendente, sino de igual manera a todo lo que le concierne al ser humano y su habitad natural este y la sociedad en que se desenvuelve permanecerían ciegos a los misterios del universo y a la conducta ética profunda que nos enseña JESÚS en los evangelios. La teología aun sigue siendo necesaria y mucho más en los tiempos actuales, por ende tiene que ser atrevida, comprometida, anunciando el Reino de Dios y denunciando injusticias, la teología no es una ciencia muerta, sigue viva y sigue siendo necesaria.


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