¡O.M.G.! SEGUNDA PARTE


¡O.M.G!, no queda más que exclamar asombro, tristeza e incredulidad ante situaciones que a diario nos ponen a prueba, no solo a muestra Fe, sino también a nuestra paciencia y buen humor.

Los últimos días, nos enteramos que ni siquiera los "testigos protegidos" están realmente protegidos y los que denuncian actos de corrupción, por parte de funcionarios de gobierno, resultan ser perseguidos e intimidados, incluso por ministros de estado. ¡O.M.G.! Ahora resulta que los corruptos corretean a los honestos y los honestos terminan siendo "protegidos hasta la muerte" (léase con sarcasmo).

Las denuncias de corrupción por parte de algunos malos policías no son algo nuevo en nuestro país. Lo que si llama la atención es la protección descarada que tienen estos malos elementos, incluso llegando a ser promovidos y hasta condecorados. ¡O.M.G.! Para ser condecorado y promovido dentro de la Policía Nacional es necesario aliarse con los delincuentes para que den carta blanca de acción a estos malos policías. Ahora, ¿quién podrá defendernos?

El feminismo progresista radical resultó ser el enemigo más acérrimo de la mujer, no reconocen ni su feminidad ni su capacidad única de procrear. Ahora, resulta que para estos grupos radicales e ignorantes la mujer pasa a ser un ser gestante o un ser menstruante. ¡O.M.G.! Para estos grupos radicales tiene más derechos un varón disfrazado de fémina que una mujer de verdad.

Existe, en Latinoamérica, una corriente socialista la cual ha encandilado a miles de personas con las dádivas izquierdistas del "buen vivir". Lo curioso de ello es que los índices elevados de corrupción muestran que al final Marx no tenía razón, a no ser que se mire a estos procesos progresistas con los ojos de sus líderes. ¡O.M.G.! Todos ellos dicen odiar al imperio pero sus familias poseen en EEUU todo tipo de bienes inmuebles, grandes cuentas bancarias, etc. Así todos quisiéramos ser rojitos de izquierda, con lujosos autos y suculentas cuentas en los bancos.

En Bolivia se nos quiere hacer creer que el Masismo es el único camino para nuestro país y que sin ellos terminaríamos en un descalabro económico y social. Al parecer, los únicos que creen semejante pachotada son sus incautos militantes que viven para complacer a Super Luchito o a E. Morales. ¡O.M.G.! Los masistas prefieren ver al país incendiado que a sus dos jefazos derrotados.

El islam y el islamismo son las dos caras de una misma moneda; el Corán está lleno de referencias violentas y agresivas hacia todo aquel infiel que profese una fe diferente. La violencia para el islam es la forma más elevada a los ojos de Ala para ganarse el cielo. ¡O.M.G! Una Europa ciega prefiere abrirle las puertas de par en par a terroristas que quedar mal ante la comunidad internacional, disfrazando de inclusión actos de violencia y de derechos humanos a actos de terrorismo.

Ante tanto descalabro, hasta el asombro se vuelve algo normal, perdiendo así la capacidad de cuestionarnos. ¡O.M.G.! Nos quieren volver parte del llamado nuevo orden mundial.

Marcelo Miranda Loayza
Teólogo y Bloguero

Artículo publicado originalmente en el matutino EL DIARIO 

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