Octubre
de 2019, el fraude de proporciones orquestado por Evo Morales y su séquito
estaba quedando en "offside", las denuncias se convertían en
pruebas y las pruebas en protestas, todos sabemos lo que sucedió después: La
renuncia de Morales y Linera, el vacío de poder fruto de una seguidilla de
renuncias en la Asamblea Plurinacional, situación que dejó a nuestra nación en estado de indefensión,
resumiendo, se vivió una noche de terror, con atracos, quema de propiedad pública
y privada, amenazas y enfrentamientos. Luego
de que Morales huyera del país y la sucesión constitucional dejara en la
presidencia a la Senadora Añez, la oposición política simplemente desapareció.
Para empezar hay que ser claros, no se dialoga con el mal, no se tranza con el
diablo, pero justamente esto fue lo que sucedió, con bombos y platillos los
señores Quiroga, Mesa, Vásquez y demás, contaron como si fuesen héroes de Marvel,
como lograron que Morales huyera del
país, facilitando su escape, con la excusa de que era imprescindible pacificar
a la nación, pecando de esta manera de
ingenuos y tontos, es como si se atrapase a un secuestrador infraganti y en
aras del buen trato y del amor entre ciudadanos se dejase libre al delincuente,
todo esto para precautelar el bienestar de la ciudadanía, pero ¡por favor!, lo
que hicieron no fue un acto de valentía, fue un acto de cobardía. Una
vez Morales fuera de Bolivia, el nuevo gobierno constitucional no se dedicó a
gobernar, simplemente jugaron a ser salvadores mientras se llenaban los
bolsillos por detrás, jugaron con los sueños de miles de jóvenes que salieron a
las calles a luchar por sus derechos y por el respeto al voto ciudadano, prefirieron
jugar a las alianzas de baquelita y a las repartijas de pegas, antes que velar
por la seguridad y la estabilidad del país. Los
actores políticos pensaron de manera equivocada que podían ganarle al MAS en
las urnas con un padrón electoral amañado, de igual forma pensaron que Morales
viviría feliz en México o abriría su restaurante en el Chapare, la ingenuidad
llegó a tal punto que pensaron que con posiciones "mesiánicas"
o con acuerdos de cartón entre
opositores sobrevalorados el régimen del MAS sería vencido. Todos
los actores políticos de oposición tienen mucho de culpa por lo que está
sucediendo, no solo con el país, también con el calvario por el que pasa la ex
presidente Añez, la enviaron a la jaula de los leones y la dejaron sola. La
angurria de poder de estos señores fue tanta, que poco les importó el futuro
económico y político de nuestra nación,
no solo abandonaron a la Presidente Añez, dejaron sola a toda Bolivia. De
seguro la historia los recordara por ello. Jugaron
a ser libertadores, pero en realidad fueron ejecutores de una enorme traición,
entregaron al país en bandeja de plata a la persecución, la venganza y a la
tortura. Los actos de valentía de los super opositores en realidad fueron
espejismos de una oposición acababa, que en su desesperación por figurar se
olvidaron de gobernar. Marce Miranda Loayza
Artículo publicado originalmente el 21 de agosto de 2021 en el Matutino El Diario