EL VERDADERO ROSTRO DE MORALES

Presento a ustedes una serie de artículos que salieron en distintos medios escritos sobre el fraude de proporciones orquestado por el régimen de Evo Morales y los posteriores hechos violentos impulsados por el Movimiento al Socialismo: POST 1

EL VERDADERO ROSTRO DE MORALES



Evo Morales llego al poder hace ya 13 largos años, haciéndonos creer que tanto él, como su organización política (Movimiento al Socialismo) estaban salvaguardando al país de un debacle político y que mediante las reglas de juego de la democracia llevarían a Bolivia hacia un "buen vivir", el pueblo boliviano cansado de crisis políticas y sociales no tubo más opción que creer en sus palabras. 

El proyecto político del MAS desde sus inicios, nunca creyó en ser una opción más dentro de la democracia boliviana, surgió como un proyecto de poder, el cual vio en la inestabilidad política boliviana la oportunidad precisa para hacerse del mismo,  una vez  logrado este cometido se aferraron a el con uñas y dientes, acaparando para ello todos los poderes del Estado, centralizándolos alrededor de la figura de EVO MORALES

El pasado 20 de octubre Bolivia se volcó una vez más a las urnas, confiando  en que Morales respetaría la voluntad popular, la cual ya había sido pisoteada con anterioridad en el referéndum del 21 de febrero de 2016, donde de manera clara el pueblo boliviano dijo NO a una nueva repostulación del binomio Morales/Linera, pese a ello la ciudadanía en su conjunto volvió a confiar en la democracia como única opción valedera de expresar su opinión.

Luego de los comicios electorales del pasado 20 de octubre, el Órgano Electoral Plurinacional, de manera por demás extraña, suspendió el conteo de votos por casi 24 horas, cortando de manera abrupta el cómputo en su portal web, el mismo que antes de dicho corte daba una clara ventaja a favor del candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa. Repuesto el escrutinio de actas la tendencia de votos dio un giro inexplicable, dando a Morales y al MAS una ventaja de 10 puntos, resultado que al final fue consolidado por el ÓRGANO ELECTORAL un par de días después; la sensación por parte de la población es que el régimen de Morales orquestó un fraude de proporciones nunca antes visto en la historia  de Bolivia.

Morales no solo desconoció la voluntad popular expresada en las urnas, sino que se  dio el lujo de violar la constitución y fraguar de manera artera el conteo de votos, violando de esta manera a toda la nación, en definitiva, se quitó la máscara de demócrata con la cual engañó a todo el pueblo boliviano y mostró su verdadero rostro, es decir, el de dictador autoritario, el cual no está dispuesto a dejar el poder bajo ninguna circunstancia y por ninguna razón.

La reacción por parte de la oposición  a este nuevo abuso de poder por parte de Morales fue tremendamente tibio, no supieron leer con claridad la tendencia en la votación del 20 de octubre, tampoco supieron reaccionar de forma contundente y categoría  a esta arbitrariedad del régimen "masista", pese a los altos indicios de fraude electoral. Carlos Mesa, el llamado a ser el primero en reaccionar, no tubo una adecuada lectura política, se estancó dentro de  mensajes en Redes Sociales y esporádicas apariciones en manifestaciones y cabildos. 

Es el pueblo boliviano, el cual, de manera  espontánea se encuentra movilizado en este momento en las calles, exigiéndole al dictador Morales que se respete su voto. Lastimosamente está situación puede llegar a perder fuerza en el tiempo debido a la falta de un norte político que encause de manera eficaz y precisa  este descontento, los supuestos líderes llamados a dar la cara por el pueblo fueron "sorprendidos" por la rápida respuesta de la sociedad civil, una lectura política inadecuada y la falta de conocimiento de la juventud del siglo 21 hacen que, tanto Carlos Mesa, como  la oposición en Bolivia no se encuentren a la altura de las circunstancias,  pudiendo con ello favorecer a una política del desgaste y del cansancio para desmovilizar al país, estrategia utilizada con anterioridad, no solo por el régimen de Morales, sino también por todos lo gobiernos socialistas de la región. 

Luego de las contundentes "observaciones" por parte de  la OEA y de la mayoría de los países vecinos hacia los comicios del 20 de octubre, la única salida viable para desmovilizar y tranquilizar al país es declarar nula las elecciones y llamar a una nueva contienda electoral, paralelamente a ello convocar a personas íntegras y provas para que conformen un nuevo Tribunal Electoral, honesto y ecuánime el cual garantice  la transparencia de una nueva elección.

Si bien Bolivia no tiene el peso mediático de Argentina o Chile, su  coyuntura política está influyendo de manera directa en la política de la región,  no darle la debida importancia a la problemática boliviana puede llegar a desencadenar en un nuevo avasallamiento socialista en el continente.

Morales en definitiva se quitó la máscara de demócrata, y eso es bueno, porque por fin los bolivianos podemos ver su verdadero rostro, es hora de que el continente y la comunidad internacional también lo vean, tal cuál es: un dictador.

Marcelo Miranda Loayza


compartir en facebook compartir en google+ compartir en twitter 

Entradas populares de este blog

CON UN CORAZÓN NOBLE

¿PERSONALIDAD REAL O PERSONALIDAD VIRTUAL?

LO VIRTUAL, LO REAL Y LA PERSONALIDAD