Soplan vientos difíciles para la iglesia, es así que entre acusaciones, deserciones y luchas legales miles de creyentes sienten que su Fe y confianza han sido severamente afectadas, pero a pesar de este panorama sombrío son millones los feligreses que permanecen firmes en su Fe y en su convicción de que a pesar de los oscuros nubarrones que se ciernen sobre la IGLESIA se encuentran en el lugar correcto.
El Evangelio no es un cúmulo de cuentos bonitos para niños de catequesis, es LA BUENA NOTICIA, la misma que es capaz de cambiar vidas, LA FE es ESPERANZA y a la vez CERTEZA de un DIOS MISERICORDIOSO que encierra amor y perdón; este EVANGELIO, está BUENA NOTICIA nos ha sido dada como GRACIA DIVINA, es ahí donde el mandato de la iglesia dada por JESÚS cumple su razón y objetivo, dar a conocer ese EVANGELIO capaz de transformar el curso de la humanidad.
JESÚS no constituyó un grupo de amigos para que la pasen bien como si fuesen un club deportivo, sino que constituyó a la IGLESIA como misterio salvífico, es decir para que en ella el creyente encontrase esperanza, amor y salvación, como bien lo decía Joseph Ratzinger, la IGLESIA PEREGRINA es SACRAMENTO UNIVERSAL de SALVACIÓN, en ella no solo nos hacemos participes del cuerpo místico de CRISTO, también nos hacemos uno con su misión evangelizadora.
La iglesia es un misterio, el cual a pesar de las múltiples acusaciones o deserciones sigue permaneciendo firme y actual, pues este misterio depende única y exclusivamente de DIOS y DIOS es su infinito AMOR sigue permaneciendo fiel.
Con tantas muestras de amor y misericordia de DIOS para con su iglesia resulta, por lo menos para mi, impensable abandonarla, pues sigo encontrando en ella esa calma que envuelve mi alma y esa paz que calma mi corazón, es en la IGLESIA donde me encuentro con CRISTO en la EUCARISTÍA donde lo pequeño y sencillo se transforma en el más grandioso milagro que nos pudo dar DIOS, su HIJO que se hace uno con nosotros.
Dejar la IGLESIA por la mancha de algunos o por el capricho de otros sería renegar de todos aquellos SANTOS que con su ejemplo y vida cambiaron el rumbo de la humanidad , sería darle la espalda a todos aquellos MÁRTIRES que derramaron su sangre por CRISTO, mientras algunos hacen ruido haciendo colas para su apostasía mediática, miles permanecen en oración transformada en acción cambiando millones de vidas alrededor del mundo, la IGLESIA sigue siendo la IGLESIA DE CRISTO, abandonar su AMOR sería un suicidio espiritual.
Dejar la IGLESIA, MI IGLESIA, ni pensarlo, el AMOR PERFECTO de DIOS jamás podrá ser manchado por el pecado de algunos, abandonar la IGLESIA para seguir la corriente mediática que surge de una especie de marxismo cultural para mí no es opción, pues como dice la canción "aunque me boten, no me voy a ir".
Marce Miranda Loayza