Vivimos en tiempos complejos donde la vida ya no es valorada ni desde sus inicios, donde las posturas ideológicas totalitarias atropellan a diario la justicia y la democracia, pisoteando y asesinando al pueblo al que juraron defender, vivimos en tiempos donde la creación maravillosa de DIOS es puesta en tela de juicio, la sexualidad e incluso la misma naturaleza pueden ser cambiadas a gusto y placer tergiversando la creación para convertirla en un mamarracho ideológico, vivimos en tiempos donde la familia es vista como una institución "patriarcal" a la cual hay que desvalorizar o eliminar, el matrimonio un absurdo y los hijos un "bulto".
Vivimos en tiempos donde el CRISTIANISMO es visto como una religión absurda y retrógrada y por increíble que parezca continentes enteros como EUROPA abren sus puertas de par en par al ISLAM y sus enseñanzas llenas de violencia y muerte.
Vivimos en tiempos donde el socialismo cultural es visto como progreso y respeto a los DDHH con todo lo que trae consigo, es decir muerte y abusos, la esperanza se pierde mientras que la codicia crece engañando a países enteros bajo sus redes de mentiras y corrupción.
Pareciera que todo está perdido y que ya no hubiera ni la más mínima esperanza para la humanidad, pero a pesar de todo esto todavía nos queda algo por hacer, algo que puede cambiar de manera radical el rumbo de nuestra historia.
Es tiempo de orar, de pedirle a DIOS que tenga misericordia de nuestra malograda humanidad, es tiempo de oración y penitencia, de entregar nuestra vida a DIOS y esperar que en su infinito AMOR nos de la sabiduría para enderezar todo lo que está mal.
El EVANGELIO es claro y esperanzador, JESÚS mismo dijo "vengan a mi todos los que están cansados y agobiados y yo los haré descansar" (Mt 11, 28 - 30), vivimos en tiempos de aflicción, dolor y angustia, solo la FE y la ORACIÓN puede llegar a cambiar nuestra realidad, abandonar nuestra vida en CRISTO es nuestra la última esperanza, pues como lo dijo San Pablo, "todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
La oración trae esperanza y la esperanza transforma, si bien existen diversas situaciones en las cuales no podemos inferir directamente, la oración puede hacer que la misericordia infinita de DIOS atienda nuestras súplicas.
Una de las formas de oración más intensas y poderosas es sin duda alguna el SANTO ROSARIO, JUAN PABLO II lo definía como un compendio del EVANGELIO. En el rezo del Rosario DIOS nos da a conocer su plan de salvación, nos lleva cuenta a cuenta a un camino de santidad y nos revela su AMOR a través de los misterios que encierra su rezo meditado, y no solo eso, la constancia en su rezo y meditación tienen la virtud y el poder de regalarnos milagros por la gracia de DIOS y la intercesión de MARÍA, pues los milagros si existen, comienzan con el SANTO ROSARIO para concluir en la ETERNIDAD.
Pongamos todas nuestras aflicciones en las MANOS DE DIOS, la FE cambia corazones y con ello realidades, solo con nuestra oración, la cual es la única debilidad de DIOS y a la vez nuestra fortaleza podemos llegar a cambiar el mundo. Empecemos......
Marce Miranda Loayza