SI CREO Y QUE

Creer en DIOS no solo requiere Fe, también implica coherencia, tratar de vivir según lo que se dice creer es sin duda alguna la parte más complicada de la Fe,  la embestida de ideologías contrarias al cristianismo es en principio uno de los factores determinantes para convertir la Fe en una maraña de creencias donde todo vale y todo cuenta.

Muchas de estas ideologías (en especial la  de género) a sabido mimetizarse de manera excepcional dentro de la cultura occidental haciendo que muchos de sus preceptos y principios sean no solo respetados sino también aceptados y hasta utilizados de forma oficial por varios organismos internacionales.


Existen varias políticas utilizadas como bandera por la ideología de género, el aborto y el matrimonio igualitario son solo un par de ejemplos de una mimetización extraordinaria de todas sus ideas en el ceno mismo de la sociedad.

La desnaturalización del ser humano es el precepto final de esta ideología, donde el hombre pasa a convertirse en imagen de si mismo renegando con ello de DIOS y de todo precepto de FE, pareciera que esto no fuese tan así, pero existe  de forma solapada una corriente que  hace tropezar a muchos creyentes con el espejismo de la inclusión social y la lucha por la defensa de los DDHH,  en este sentido la verdad y la Fe quedan relegadas o mejor dicho, manoseadas, para adecuarlas a gusto y placer por estas nuevas corrientes.

Es tan sutil la forma en que la ideología de género penetra en el pensamiento colectivo de la sociedad  que esta queda totalmente influenciada y hasta rendida hacia estos preceptos, quedando la Fe y hasta DIOS como elementos prescindibles o por lo menos moldeables.

Al creyente se le dificulta poder discernir entre lo que estipula la Fe de lo que le ofrece estás corrientes extrañas, donde lo malo es bueno y lo bueno es malo, disfrazando mentiras y engaños con la ilusión de la inclusión y los DDHH,  pero lo que en realidad traen consigo es una rebelión implícita hacia DIOS, renegando de la Fe en nombre de la igualdad y la solidaridad.

La cultura es presa fácil de manipulaciones y cambios, desde cosas aparentemente inofensivas hasta las supuestas luchas en defensa de los derechos humanos, me explico, ahora es  culturalmente aceptable el uso de la letra "x" en plurales, se bien esto pareciese  solo una simple modificación cultural del lenguaje, tiene consigo un mensaje mucho más profundo y perturbador, el sexo no es más que una identidad meramente cultural, su sexualidad es "x" porque puede ser sujeto a distintas variaciones según circunstancia 

Ante esta avalancha de nuevas tendencias es hora de decir SI CREO,  sin juzgar y sin condenar, pero siendo firmes en la FE, sin dejarnos caer en la tentación de tener una  "mente abierta", lo cual lastimosamente termina cerrando el corazón hacia la verdadera belleza que trae consigo la revelación divina, Pablo escribía a los Corintios con perfecta sabiduría profética "Todo está permitido, pero no todo me conviene, todo está permitido, pero no todo me hace bien", creer requiere apartarse de estas nuevas corrientes aunque con ello el creyente sea tachado de obsoleto o fanático, incluso llegando muchas veces a ser perseguido.

Resulta difícil plantarse firme ante todos y decir SI CREO, pero como dice el Evangelio "Busca primero el Reino de Dios y todo lo demás vendrá por añadidura".

Marce Miranda Loayza

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