Las redes sociales tienen el poder de direccionar posiciones y opiniones, todo depende del grado de información certera y precisa que tenga a la mano el usuario para no caer en una especie de manipulación mediática, lastimosamente el ritmo de vida que trae consigo la sociedad hace casi imposible que los usuarios de las distintas redes sociales tengan el tiempo necesario para verificar o ahondar en una determinada noticia.
La "viralización" de una noticia en Facebook o ser "top trending" en Twitter implícitamente no es malo, es más, en muchos casos han mostrado posiciones valederas sobre determinados temas, cambiando con ello desde temáticas puramente banales, hasta políticas sociales, o incluso haciendo públicos hechos de corrupción, lo complejo del asunto surge cuando se prioriza la "viralización" antes que la reflexión. La educación en este sentido es primordial ya que sin ella el usuario se convierte en casi un esclavo de las redes sociales y su opinión pasa a depender exclusivamente de estos medios, de este modo la reflexión queda prisionera de los likes y de los hashtags.
Una adecuada autoregulación resulta imprescindible a la hora de usar estos medios, si bien toma tiempo reflexionar y/o verificar una noticia es mejor tomar una pausa antes de compartir o comentar en redes sociales; un mal comentario o compartir por compartir una noticia puede llegar a hacer un daño terrible a una persona o a una determinada institución.
Una opinión esclavizada por estos medios no genera opinión ni mucho menos reflexión, solo sigue la corriente del "top trending", por ende se convierte en una oveja más del rebaño, donde todos siguen al líder sin pensar o analizar y lo que es peor dejando de ser uno mismo. El usuario de esta manera entrega sin dubitar su capacidad de pensar y razonar a cambio de unos simples likes.
La capacidad crítica del ser humano depende mucho del interés que tenga este de ahondar en determinados temas, la Internet no solo es Facebook, Twitter o Instagram, esta tiene un sin fin de herramientas útiles que sirven para enriquecer el conocimiento y construir con ello un adecuado pensamiento crítico y reflexivo.
Las redes sociales no deben pasar de ser una herramienta útil de información, iluminando siempre su uso a la luz de la razón y de la sana crítica, es de esta manera que se construye una opinión valedera que suma al debate público, alejándose así de la simple y banal controversia que solo busca un reconocimiento pasajero.
Marce Miranda Loayza