La vida está llena de subidas y bajadas, de momentos de alegrías y momentos de tristezas, de sueños realizados y corazones rotos, es una constante de pruebas y obstáculos donde el corazón humano se forja y madura, la vida es también muerte o perdida, y es que solamente en ellas se aprecia en su totalidad la fragilidad y la eternidad del amor.
Afrontar con FE las caídas que trae consigo la vida y con sabiduría las alegrías que nos regala el vivir es esencial para apreciar cada instante que nos regala DIOS, sin FE y sin sabiduría el afrontar la vida resultaría un verdadero infierno donde las caídas se transforman en angustias eternas sumidas en dolor y frustración y las alegrías se convierten en derroches y excesos, causando en ambos casos un vacío y angustia que hace que el alma y el corazón se resquebrajen y caigan al suelo como hojas de otoño para ser pisoteadas y olvidadas.
Al ser la vida tan compleja tratar de vivirla sin JESÚS resulta casi imposible y hasta inverosímil, lastimosamente no son pocas las personas que prefieren vivir solo "el momento", rindiendo con ello su vida y dignidad al placer momentáneo, disfrutar el día a día poco a poco se convierte en una enorme pesadilla, puesto que el placer y excesos siempre piden más, convirtiendo así al ser humano en un mero esclavo de sus miserias, sobreviviendo a la vida y viviendo en una eterna pesadilla.
Una vida sin JESÚS resulta imposible, ya que el comprende a la perfección el alcance del dolor humano y de la alegría plena, de su mano vivir alcanza plenitud a pesar del dolor o de la soledad que se puedan llegar a sentir y es que la FE da calma y paciencia ante el dolor y sabiduría en la alegría, justamente de esto trata el vivir, de afrontar con FE lo que nos depare la vida, si bien esto en definitiva es complejo y duro DIOS nunca deja que la desesperación o la angustia tengan la última palabra.
Vivir al límite deja a la vida derrotada, sin fuerzas para lo que es realmente importante, desangra el corazón y carcome el alma, el éxtasis momentáneo se transforma en un infierno eterno, mientras que la FE y la paciencia llevan la vida a la calma y a la trascendencia, vivir no puede llegar a convertirse en un simple sobrevivir, es importante recordar que tanto el dolor como el placer resultan pasajeros mientras que la FE y el AMOR siempre serán eternos.
Vivir al límite deja heridas profundas en el alma, mientras que vivir con FE y con calma curan las llagas del corazón y del alma, la decisión siempre será personal, la pregunta está en el aire ¿vivir o sobrevivir?..TU DECIDES.
Marce Miranda Loayza