VIOLENCIA SILENCIOSA ( JE NE SUIS PAS CHARLIE)

La semana pasada vimos con asombro y tristeza las 72 horas de terror que vivió Francia, las cuales tuvieron su punto de inicio en el cruel atentado al semanario satírico Charlie Hebdo donde fallecieron 12 personas a manos de extremistas islámicos, el mundo entero respondió repudiando dicho atentado, dando muestras de solidaridad, culminando con una multitudinaria marcha en contra la violencia encabezada por el presidente francés Francois Hollande y con la presencia de varios dignatarios de estado, hasta la mismísima Angela Merkel acudió a dicha cita.

Para muchos el corazón mismo de la sociedad occidental se vio violado, el miedo se apodero de la memoria colectiva no solo en Francia, también de gran parte de Europa y EEUU, no fueron pocos los que parafrasearon al filosofo francés Voltaire y su famoso “tratado de la tolerancia” para tratar de sustentar con algo de coherencia y fundamento la defensa generalizada hacia las publicaciones del semanario Charlie Hebdo, publicaciones caracterizadas por la sátira dura hacia cualquier tipo de manifestación religiosa entre otros temas.

Revisando un poco los dibujos publicados en dicho semanario vemos que no son pocas las ocasiones en que el mismo satiriza fuertemente al Islam y sus creencias, para el mundo occidental esto no tendría en si nada de malo ya que estamos acostumbrados a tolerar (a veces en demasía) cualquier tipo de burla o sátira, ya que para la mentalidad occidental el derecho a la libertad de expresión es un pilar fundamental de la democracia, lo que olvidamos de manera fácil es que no todo el mundo vive en concordancia a estos valores occidentales, de manera puntual el Islam no comulga para nada con dicho pensamiento y occidente no entiende o no quiere entender para nada la religión y la idiosincrasia del Islam, es así que nos encontramos no solo en un choque de culturas y creencias, es así que tenemos una especie de guerra silenciosa entre el pensamiento occidental que se dice  a si mismo, libre y democrático y el islamismo al que se lo tilda de medieval o violento.

Creo altamente necesario empezar a entender las creencias islámicas en general, ya que es fácil tener miedo a lo que no se conoce y es fácil satanizar lo que no se comprende.

Para comprender al Islam es preciso puntualizar los 5 pilares de su Fe, que vendrían a ser como deberes que todo creyente debe seguir para vivir y honrar sus creencias, estos  son:

  • -  Recitar la profesión de Fe : “no hay más DIOS que Alá y Mahoma es su profeta”
  • - Recitar oraciones especificas 5 veces al día, precedidas de abluciones con el rostro vuelto hacia la Meca
  • -  Ayunar en el mes del RAMADAM desde la salida hasta la puesta del sol, que es, en el pensamiento del profeta, una escuela de espiritualismo
  • -  Dar limosna a los pobres y contribuir con el Islam con una cuadragésima parte de la propia fortuna
  • -  Peregrinar a la Meca por lo menos una vez en la vida.


Otros preceptos secundarios tienen que ver con la prohibición de consumir bebidas alcohólicas, jugar juegos de azar, la abstención a determinados alimentos, etc.

Todas estas enseñanzas y preceptos de FE son inculcados desde la infancia misma, es decir desde pequeños se enseña no solo a cumplir con los mandatos de su FE, sino también a amar a su religión, por ende cualquier transgresión, burla o insulto hacia sus creencias son tomadas como blasfemia y en su cultura e idiosincrasia la blasfemia se paga con la muerte.

Pues bien, tomando en cuenta todo lo descrito y sin el animo de justificar el violento atentado contra el semanario Charlie Hebdo, es necesario reflexionar sobre la postura occidental hacia el Islam y en general hacia toda cultura que no este de acorde con la forma de pensar y de actuar  de la sociedad de occidente, en esto hay que ser claros y sobre todo sinceros, nuestra sociedad llamada a si misma civilizada y libre es altamente egocentrista y depredadora, vive ensimismada en su visión de supuesta libertad y progreso, vive en concordancia con supuestos valores cristianos, pero mejor si estos no interfieren en el diario vivir en sociedad donde el más fuerte y poderoso tiene potestad sobre el débil y pobre, concretamente la sociedad europea tremendamente laicista se dice a si misma cristiana, pero en el fondo es profundamente relativista y  homocentrista.

Es en este ámbito donde el semanario Charlie Hebdo amparado bajo el principio de libertad de expresión realiza sus publicaciones, muchas de ellas tremendamente ofensivas hacia una sociedad arraigada hasta los huesos en su religión, cuya forma de vivir es totalmente diferente a la nuestra, donde esa “libertad de expresión” tiene sus límites, donde lo sagrado es sagrado y por lo tanto intocable, pero como la sociedad “civilizada occidental” solo tiene una visión de sociedad, la suya, se da el lujo de atropellar insultando uno de los pilares más sagrados del Islam, su profeta Mahoma, para occidente es solo una caricatura y nada más, pero para ellos es una ofensa directa hacia su sociedad y sobre todo hacia su Dios.

Este tipo de publicaciones a simple vista “inofensivas” son una  forma de violencia silenciosa o violencia simbólica,  el sociólogo francés Pierre Bourdieu señalaba que este tipo de violencia era ejercida de una manera silenciosa, invisible, silenciosa, este tipo de violencia no debe ser vista de menor importancia ya que tiene las mismas implicaciones reales y efectivas que la violencia física ya que genera efectos reales sobre la persona, desde esta visión las caricaturas de Charlie Hebdo fueron atrevidas y violentas hiriendo el sentir de millones de islamitas, muchos dirán, “pero con los dibujos no se marta a nadie”, es verdad, pero no olvidemos que en nuestra idiosincrasia y forma de pensar la religión y la FE no tienen la misma implicación en la vida de las personas, por el contrario el Islam es el centro mismo de  su sociedad que respira y vive su religión día a día, para ellos ver ridiculizado a su profeta y a su libro sagrado es una ofensa terrible hacia su propia vida y existencia, creo necesario que nuestra sociedad occidental llamada a si misma civilizada y libre comprenda que la máxima de la libertad no es hacer lo que se nos venga en gana sino más bien utilizar esta libertad para la construcción del bien común y para el encuentro con DIOS, solo así la libertad tiene sentido de existir, de lo contrario solo hablamos de relativismo o libertinaje.

Yo no soy Charlie, porque creo que la base de toda convivencia en sociedad es el respeto y la aceptación de nuestras diferencias ideológicas, económicas y religiosas, no soy Charlie porque creo que no solo las balas matan, también lo hacen la discriminación, el abuso y la burla, yo no soy Charlie porque no creo que toda la humanidad deba vivir bajo normas de convivencia impuestas por occidente con todo lo que esto conlleva, ojala que cada vez sean menos los charlies y hayan más Martin Luther Kings, más Gandhis , más Mandelas, más Madres Teresas.

El que siembra odio cosecha violencia, el que tenga oídos que oiga…..





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