Navidad, para muchos es sinónimo
de desigualdad, pobreza, tristeza, dolor, para muchos otros es un tiempo de
obsequiar y de recibir regalos, es un tiempo de ostentación, diversión,
excentricidades, de grandes cenas acompañadas de vino y la infaltable coca
cola, donde se exalta la figura de Santa Claus como amo y señor de la navidad,
para algunos otros es tiempo de esperanza, de amor, de renovación, es tiempo de
DIOS para recordar el nacimiento del Mesías, de un tal JEÚS.
Las principales calles de la
ciudad se llenan de luces, arbolitos navideños y adornos típicos de la época,
los comercios se atiborran de productos para todas las edades con promociones
incluidas, de esta manera lo que debería ser un tiempo de paz y amor se
convierte en sinónimo de estrés, despilfarro y desigualdad, toda la Navidad gira en torno a
los regalos y a la cena de media noche, donde algunos se abrazan, se felicitan e intercambian regalos, mientras que otros se
encuentran justo en ese momento sumergidos en la más terrible de las miserias o
en la más grande de las soledades.
Es por ello que la Navidad ya no es entendida
como el recordatorio del nacimiento del Hijo de Dios, JESÚS ya no es nuestro
mejor regalo, es más, en muchas familias ya ni siquiera se lo recuerda ya que se encuentran confundidas por una
sociedad monetizada que ha monetizado el mismísimo corazón humano.
Un corazón monetizado no vive en
comunión con los demás y mucho menos con DIOS, trata de comprar cariño o amor
con obsequios o con cenas y abrazos forzados, no se dan cuenta que todos y cada
uno de los famosos regalos de navidad tienen fecha de caducidad, por el simple
hecho de que son medidos con la vara de la ostentación, es decir no duran más
de seis meses ya que son desechados por algo mejor y más caro.
El amor no se lo gana con
regalos, se lo gana con tiempo, con dedicación, a DIOS no se lo compra con
obsequios se lo gana con FE y con oración,
la obsesión por los regalos simplemente cae en saco roto al comprender
el real alcance de la Navidad,
por ello que si de verdad quieres regalar algo en esta Navidad, regala tiempo,
tiempo de calidad con las personas que amas, ya que el mejor regalo que puedes
dar y a la vez recibir es compartir momentos de amor, de felicidad y también de
tristeza ya que los tres constituyen la plenitud de la vida, si quieres dar
algo por los más pobres no les des tu limosna, dales tu tiempo, habla con
ellos, comparte con ellos, solo de esta manera podrás encontrar el verdadero
significado de DAR, solo de esta manera encontraras el espacio teológico preferencial para
el encuentro con DIOS, “tuve hambre y no
me diste de comer, tuve sed y no me diste de beber” (Mt. 25: 42)
Un buen padre no puede jactarse
de serlo al no dar tiempo a sus hijos, un simple regalo no compra cariño ni
genera empatía, un buen cristiano no puede apreciarse de serlo si no da tiempo
a DIOS, una simple limosna no construye justicia, equidad ni predica el
Evangelio, regala tiempo a tus seres queridos, no solo una vez al año, sino por
toda tu vida, solo así serás recordado, solo así sabrás lo que es
trascender, entrega tiempo a DIOS ya que solo así sabrás lo que
es la vida eterna, dale tiempo a tus amigos ya que no necesitan de regalos ni
mensajes de texto, necesitan escucharte y ser escuchados, regalar tiempo es
regalar vida, es regalar AMOR, es vencer al mismo TIEMPO.
NAVIDAD….. ya es tiempo de dar
TIEMPO