¿COMO ESCUCHAR A DIOS?


El ser humano, a pesar de que muchas veces lo niega, siente una gran necesidad de escuchar lo que algunos llaman “la voz de Dios”, por ende busca un acercamiento con ese Dios que parecería  lejano e indiferente a nuestras necesidades, el hombre al no encontrar las respuestas que le satisfaga cae fácilmente en la negación, la frustración, la indiferencia o el resentimiento hacia Dios: “Dios me ha fallado”, “si Dios existe, porque hay tantos desastres en el mundo”, etc.





Con lo anterior parece que Dios es solo un espectador de las desgracias humanas, ya el filosofo griego Epicuro de Samos, señalaba de manera escéptica “¿Está dispuesto Dios a prevenir la maldad, pero no puede? Entonces no es omnipotente. ¿Puede hacerlo, pero no está dispuesto? Entonces es malévolo. ¿Es capaz y además está dispuesto? Entonces, ¿De dónde proviene la maldad? ¿No es él capaz ni tampoco está dispuesto? Entonces, ¿Por qué llamarlo Dios?” , muchos teólogos y filósofos han tratado por siglos de dar respuestas a estas cuestionantes, escribiendo libros y libros sobre la  "Teología del Dolor", “El sufrimiento de la Cruz”, etc., todos ellos escritos de manera brillante, pero poco entendibles para la mayoría de las personas, puesto que en general son construcciones intelectuales de la idea de Dios, y se olvidan de la simplicidad de este.

En el sentido de facilitar un poco la comunicación con ese Dios que parece tan esquivo e indiferente es que me atrevo a proponer unos pasos sencillos para poder escuchar SU VOZ.

PRIMERO, ESCUCHAR AL PRÓJIMO, si no puedes escuchar al prójimo, en especial a los más necesitados, jamás podrás escuchar la voz de Dios, al percibir las necesidades de estos el corazón del hombre se vuelca indefectiblemente hacia la solidaridad y la empatía, lo cual no quiere decir que se caiga en la tentación de la "donación fácil" es decir esa CARIDAD que se queda corta en el tiempo y que solo agranda las brechas de desigualdad y falta de justicia.

Luego se debe aprender a callar antes que a hablar, pues solo callando se aprenderá a hablar y hablar bien, un viejo refrán dice "mas vale mantener la boca cerrada y que todo el mundo piense que eres un idiota, a que la habrás y que no quede la menor duda".

LA SEGUNDA ES LA PACIENCIA, la paciencia es fundamental en el camino del encuentro con Dios, cuando se aprende a tener paciencia se empieza a escuchar, pues en la impaciencia solo nos escuchamos a nosotros mismos, a nuestros problemas y reclamos, por ende bloqueamos la voz de Dios para dar paso a la nuestra, la impaciencia solamente nos lleva a configurar una imagen equivoca de Dios que solo busca justificar nuestros propios conceptos (positivos o negativos) de este.

La consecuencia de la paciencia es la Fe, de la Fe es el amor, y del amor es Dios, pues Dios mismo es AMOR.

LA TERCERA ES LA ORACIÓN,  La oración debe ser sincera, a DIOS le gusta la sinceridad de un corazón dispuesto que se abandona en EL,  el rezo del SANTO ROSARIO resulta fundamental  a la hora de de hacerle saber nuestros anhelos y necesidades, es seguir cuenta a cuenta el sacrificio de su HIJO  y su VICTORIA EN LA CRUZ. 

LA CUARTA ES GUARDAR SILENCIO EN EL CORAZÓN, pues es ahí, en los desiertos donde Dios nos habla y donde el ser humano desarrolla todas sus potencialidades, es en aquellos momentos de tristeza, desolación, desesperación, que pueden darse por diversos motivos donde Dios reclama su espacio, no para cambiar el estado de las cosas, sino mas bien para llenar de fuerzas al corazón del hombre, para que siga su camino pese al dolor, para luego cambiar su realidad y la realidad de quienes los rodea.

El silencio en la EUCARISTÍA ES ESENCIAL, pues el ruido nos aleja de ese sublime momento donde CRISTO se hace uno con nosotros.

POR ÚLTIMO ESCUCHAR Y DEJAR FLUIR AL AMOR, para ser amado también hay que aprender a amar, pero ese amor no tiene, ni puede llegar a ser indiferente con la realidad actual de la humanidad, hay muchas cosas por construir, hay muchas cosas que denunciar; el amor no puede ser una droga que adormece, sino por el contrario la gasolina que explota, reclama y propone soluciones y cambios en nuestra sociedad que se hacen urgentes y necesarios. DIOS habla a través de nosotros, por ende NO PODEMOS PERMANECER CALLADOS.


Escuchar a DIOS requiere FE, PACIENCIA, ENTREGA y AMOR, una vez que escuchemos la VOZ DE DIOS en nuestros corazones, ESTE hablara a través de nuestras bocas, anunciando y denunciando, siendo profetas de amor y de justicia.



Marce Miranda Loayza

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