La angustia de retener el poder u obtenerlo a cualquier costo lleva al ser humano a cometer error tras error, coimas, desfalcos, engaños, abuso de poder, etc., atan el corazón humano al pie del dinero y del poder, por ende perderlo es sinónimo de perder el sentido común y la cordura. Lastimosamente para los que lo ostentan, el poder y la buena fortuna no son eternos, siempre, pero siempre se escurren como agua entre los dedos, cambiando de dueño, para enceguecer a su nuevo poseedor.
El animal político en su constante búsqueda de la fortuna se las ha ingeniado para construir algunos “atajos” para llegar a su tan ansiada meta, ejemplo de ello son los incontables actos de corrupción que se dan en el aparato estatal y en este tema tenemos que ser sinceros, los actos de corrupción no son propiedad de un determinado color político, nuestra historia está plagada de ello, en todo caso los atajos para tener fortuna enceguecen el sano juicio y disfrazan el delito de progreso.
Lo curioso de todo ello es que los que ostentan el poder de manera circunstancial piensan que serán poderosos eternamente, por ende la amenaza, el abuso y la mentira son parte esencial de su día a día, sin darse cuenta que la rueda de la fortuna indefectiblemente sigue girando y girando, tonto es el que piensa que el poder es eterno y solo el necio se acostumbra a la ventura.
En todo caso la fortuna siempre será esquiva y a la vez jamás será eterna, solamente cuando se entienda que la verdadera riqueza no se trata de dinero, ni de poder, sino simplemente de dar, se encontrará el verdadero significado de la palabra fortuna, si no se lo ve así la vida se transformará en una terrible desesperación de querer algo y no obtenerlo o no retenerlo, y así los versos de aquel poeta anónimo del 1200 volverán a resonar actualizando la ineficiencia de la soberbia y la codicia: “oh fortuna, como la luna, variable de estado, siempre creciendo o decreciendo, oh vida detestable”
Marcelo Miranda Loayza
Artículo publicado originalmente el 25 de abril de 2021 en el matutino El Diario