
Con todo lo mencionado es justo preguntarnos ¿a dónde vamos a parar? , pareciera que todos los límites morales y éticos ya fueron traspasados, pese a ello las llamadas sociedades modernas se empecinan a continuar en ese camino, donde el dinero y el poder se anteponen al bien común, al respeto e incluso a Dios.
Los signos de los tiempos de este siglo 21 son indudablemente el relativismo y la indiferencia, ambos males son ya el cimiento de la sociedad dejando de lado a Dios y con ello a la vida misma.
A pesar de todo esto JESÚS nos sigue hablando a pesar de la oscuridad, sigue saliendo a nuestro camino para alentarnos y llenarnos de fuerza y Fe, DIOS sigue creyendo en nosotros a pesar de todo seguimos siendo preciosos a sus ojos.
No nos dejemos vencer con el mal, por el contrario venzamos el mal con el bien como enseña la carta a los romanos, tomemos el ejemplo de los pájaros que a pesar de los amaneceres fríos y oscuros igual cantan con belleza inusual.
¿A dónde vamos a parar?, pues DIOS sigue teniendo la última palabra, nuestra confianza depositada en EL cambia nuestra perspectiva a pesar de tanta oscuridad.
"Bendito sea aquel que fía en Yahveh, pues no defraudará Yahveh su confianza. Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni se retrae de dar fruto." (Jeremías 17,7-8)
Marce Miranda Loayza