
Los ramos y las palmas representan nuestros momentos altos en la FE, pero no debemos olvidar que el camino de salvación trae también espinas y cruz, y aunque lo olvidaremos, Jesucristo no lo hace, por ende su misericordia es eterna y su Amor imperecedero.
En nuestro camino de Fe muchas veces olvidamos la parte de las espinas y de la cruz y nos quedamos estancados en el triunfalismo de los ramos y de las palmas, utilizando estos símbolos como "talismanes" contra la mala suerte, lo triste es que si olvidamos el sacrificio de la cruz jamás llegaremos a entender la maravilla de la resurrección.
Que este Domingo de Ramos sea el inicio de nuestro camino de Fe, entre ramos y espinas, confiados en la misericordia Del Padre y con la esperanza puesta en la resurrección de CRISTO.
Que asi sea. ..
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Marce Miranda Loayza