Los medios de comunicación se han
convertido en parte fundamental de nuestras vidas y dentro de estos las redes
sociales tienen su peso especifico en el diario desenvolvimiento del ser
humano, estos medios al ser de libre acceso vía Internet tienen millones de
usuarios que intercambian ideas, pensamientos, sentimientos, fotos, cosas
profundas como también cosas sin sentido, la noticia inmediata ya es normal en
las redes sociales donde no existen secretos.
Lastimosamente en el afán de
tener “seguidores” y “amigos” en sus redes sociales caen en la tentación de
aceptar a quien sea para que sea parte de su círculo virtual, y así jactarse de tener miles de amigos en sus sitios, si realizamos un breve análisis de la
gente que aceptan en sus redes sociales veremos que en su mayoría son gente
desconocida que son amigos de amigos y de amigos, es decir que básicamente son
ilustres desconocidos y que a pesar de ello conocen sus sentimientos,
frustraciones y alegrías, cosas que lastimosamente muchas veces desconocen sus propios progenitores o familiares, los jóvenes se sientan frente al ordenador donde
supuestamente tienen miles de amigos y seguidores pero a la vez están solos en
la soledad de su cuarto, donde sus padres están tan ocupados en sus cosas que
prefieren que sus hijos tengan a miles de amigos desconocidos con tal de que no
molestes o perjudiquen sus “recargadas” tareas en el trabajo o como padres.
Como vemos tenemos adolescentes
solitarios con miles de seguidores desconocidos, que saben más de ellos que sus
propios padres, por ello no es de asombrarse ver pasar horas y horas a
adolescentes y jóvenes en sus redes sociales, donde ellos también son seguidores
y amigos desconocidos para otros, pero por increíble que parezca comparten los
mismos sentimientos de abandono y soledad, disfrazándolo de alegría y también de sensualidad.
Las redes sociales no son malas,
más al contrario son un excelente medio de comunicación, vivimos en una
sociedad globalizada, debemos por ende adentrarnos en las nuevas tecnologías
existentes, pero no por ello debemos dejar de lado la sana costumbre de hablar
y de conectarnos unos a otros con la palabra, si bien los niños y jóvenes ya
vienen con el “chip” instaurado de la Internet , no debemos por esto apartarnos de
ellos, no podemos dejarlos solos en su
“comunidad de amigos y seguidores” ya que no siempre se toparan con cosas
buenas o personas con buenas intenciones, los peligros del trafico de personas
y el secuestro express son realidades latentes en este nuevo siglo.
Los adolescentes y jóvenes
tienen que saber que sus principales
seguidores y amigos son sus padres y que en ellos pueden confiar, los adultos
no deben de tenerle miedo a la
Internet ni a los celulares ya que los jóvenes de ahora
nacieron con esa tecnología, tratar de que estos renieguen de estos medios no
solo es tonto sino también imposible, ahora bien poner reglas claras para su
uso es realmente necesario, existen espacios que deben ser sagrados para la
comunicación verbal y visual en la familia, como ser la hora del almuerzo o la
cena donde todos estén reunidos, ahí es donde se debe conquistar los
sentimientos y los anhelos de los jóvenes por ende las redes sociales están
demás, lastimosamente y por increíble que parezca muchos padres prefieren estar
atentos a sus celulares inteligentes que a la inteligencia y a los sentimientos de sus hijos.
No nos equivoquemos en un siglo
donde la comunicación es casi instantánea y se puede estar conectado con miles
de personas a la vez la depresión, la soledad y el suicidio van en aumento.