En las últimas décadas la psiquiatría en general ha tenido un crecimiento impresionante, tanto como rama medica como en el área de los medicamentos, en especial en lo que refiere a los famosos ansiolíticos, generando con ello una especie de industria psiquiatrica la misma que genera miles de millones de dólares al año.
Lastimosamente la psiquiatría ha sacado provecho de la miseria y la desgracia humana, si bien existen varios desordenes mentales los cuales deben ser tratados de manera humana y oportuna no se puede bajo ninguna circunstancia sacar provecho de ellos, por desgracia esto es lo que ha venido sucediendo desde los inicios mismos de esta rama medica, no son pocos los testimonios e historias de verdaderas torturas infringidas a pacientes, ni que decir de los diversos experimentos a los cuales eran sometidos los enfermos mentales, no olvidemos que varios de estos mal llamados tratamientos fueron utilizados por la Alemania nazi en su famosa “solución final” y en el “control mental” aplicado por la ex Unión Soviética.
Como los “tratamientos” de electro shock, punción lobular o el famoso tratamiento del sueño han sido altamente criticados tanto por profesionales médicos como por organizaciones de defensa de los DDHH, la psiquiatría hábilmente ha cambiado sus “tratamientos médicos” si bien no han desaparecido del todo los métodos invasivos, ahora estos utilizan un sin fin de medicamentos llamados “ansiolíticos”, los cuales están destinados a anular o suprimir la conducta del paciente, es decir se lo droga, convirtiéndolo casi en un autómata sin posibilidad de decisión propia, lo criminal de estos mal llamados medicamentos es que todos y cada uno de ellos son altamente adictivos, inclusive por encima de la cocaína y la marihuana, el clonazapam, diazepam, alprazolam, prosac, lithium, etc., son altamente dañinos para la salud, con efectos secundarios bastante serios, pero sin embargo siguen siendo recetados como caramelos por los profesionales psiquiatras, generando con ello ganancias de miles de millones de dólares anuales a favor de las grandes farmacéuticas, obviamente la salud física y mental del paciente no importa para nada.
Al tratarse la psiquiatría de un negocio funesto obviamente lo único que importa es lucrar, para ello en los últimos 50 años se han vendido inventando un sin fin de enfermedades extrañas, lamentablemente estas nuevas “sintomatologías” han vendido siendo “diagnosticadas” especialmente en los niños, los famosos “trastornos” de atención y aprendizaje” o de “comportamiento” no son más que una simple invención para conseguir nuevos pacientes a los cuales recetarles y venderles los famosos ansiolíticos, generando con ello consecuencias graves tanto en la salud metal como el la física de los niños, alucinaciones, psicosis, hostilidad, agresión, efectos de abstinencia, daño hepático, ataques cardiacos, derrame cerebral, tendencias homicidas, suicidio y muerte, son solo un puñado de contra indicaciones que llevan consigo estas drogas que son recetadas como dulces o caramelos a los niños, lastimosamente casi en un 90% de los casos de asesinatos masivos en escuelas en todo el mundo los perpetradores de estos actos consumían algún tipo de ansiolítico.
La psiquiatría y sus “milagrosas” drogas mucho distan de preocuparse por la salud mental de las personas, es solo un lucrativo negocio el cual es hábilmente vendido a los incautos pacientes o a los ingenuos padres de familia, en ambos casos se hace creer que el enfermo solo mejorara si consume estas drogas, obviamente jamás alertan sobre los peligrosos efectos nocivos que conlleva su prolongado consumo, se juega con la salud de la gente y se trafica con drogas legales las mismas que tiene efectos mucho más peligrosos y dañinos que la misma cocaína o la marihuana.
Vivimos en un mundo sucio, donde al parecer lo único que importa es ganar dinero sin importar como, violar los derechos fundamentales de las personas no es obstáculo cuando se trata de lucrar….